Oswaldo Guayasamín

Oswaldo Guayasamín nació en Quito, el 6 de julio de 1919, de padre indio y madre mestiza es el primer hijo de diez, que conforman una familia muy humilde. Su padre trabajaba como carpintero y, más tarde, como taxista y camionero. Su aptitud artística despierta a temprana edad, siendo muy joven, renueva semanalmente los anuncios de la tienda abierta por su madre. También vende algunos cuadros hechos sobre trozos de lienzo y cartón, con paisajes y retratos de estrellas de cine, en la Plaza de la Independencia. En 1932, a pesar de la oposición de su padre, ingresa a la Escuela de Bellas Artes de Quito. En la época de la  "guerra de los cuatro días", muere su gran amigo Manjarrés. Este acontecimiento, más tarde, inspirará su obra "Los niños muertos", que representa su visión de la sociedad. En 1941 obtiene el diploma de pintor y escultor, tras haber seguido también estudios de arquitectura. En 1942 expone por primera vez en una sala particular de Quito y provoca un escándalo. La crítica considera esta muestra como un enfrentamiento con la exposición oficial de la Escuela de Bellas Artes. Nelson Rockefeller, impresionado por la obra, compra varios cuadros y ayuda a Guayasamín. Entre 1942 y 1943 permanece seis meses en EEUU. Con el dinero ganado, viaja a México, en donde conoce al maestro Orozco, quien lo toma como asistente. Viaja por diversos países de América Latina, entre ellos Perú, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, encontrando en todos ellos temáticas sociales que inspirarán sus obras.
Es elegido presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en 1971.Sus obras han sido expuestas en las mejores galerías del mundo: Venezuela, Francia, México, Cuba, Italia, España, EEUU, Brasil, Colombia, Unión Soviética, China, entre otros. 
En 1976 crea la Fundación Guayasamín en Quito, la que concentra buena parte de sus obras y colecciones de arte. En 1978 es nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de España, y un año después, miembro de honor de la Academia de Artes de Italia. En 1982 se inaugura en el Aeropuerto de Barajas con un mural de 120 metros realizado por él. Ese gran mural, elaborado con acrílicos y polvo de mármol, está dividido en dos partes: una de ellas dedicada a España y la otra a Hispanoamérica.
En agosto de 1988 hace entrega al Congreso ecuatoriano de un mural de unos 360 metros cuadrados que quedó instalado en el salón de sesiones de la Cámara. El gobierno estadounidense lo criticó por este mural (inaugurado en la toma de posesión del presidente Rodrigo Borja), en el cual aparece un rostro "cadavérico": un casco nazi con las siglas "CIA", en alusión a la Agencia Central de Inteligencia norteamericana. En ese acto, el representante de Estados Unidos abandonó la sala como expresión de rechazo. También donó un mural a la UNESCO que se instaló en la entrada de la sede de ese organismo en París y que está dedicado "a los millones de niños que mueren cada año de hambre en el mundo". Es el autor del mural principal de la sede permanente del Parlamento Latinoamericano, que se inauguró en septiembre de 1992. Fallece en Baltimore, Estados Unidos en 1999.
Oswaldo Guayasamín dividía su obra pictórica y escultórica en tres etapas: Huacayñan o camino del llanto, la edad de la ira y la edad de la ternura.
La primera, es el resultado de un recorrido que realizó durante dos años por diversos los pueblos de América Latina, conociendo sus costumbres y tradiciones. Tenía 28 años. La segunda, es "la edad de la ira" (1961), en donde muestra toda la tragedia de nuestro siglo o esa "era de las catástrofes" si tomamos las palabras del historiador Eric Hobsbawm. La tercera, "la edad de la ternura", pone en movimiento la entrega de los hombres para trabajar, para mejorar, para vivir todos por la Tierra.
"Mi obra en verdad son tres sinfonías que había diseñado en mi juventud y que estoy cumpliendo día a día", había afirmado Guayasamín.
Para ver su obra ingresar aquí.
            El toro y el cóndor  de 1957
Corresponde a una celebración Quechua donde se ata 
un cóndor a un toro. El cóndor representa al indio y 
el toro al conquistador. Si gana el cóndor significa 
buenos augurios.
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