Tasalia Amaral, pintora brasileña, considerada por muchos un ícono del arte brasileño y latinoamericano. Nace en Capivari en 1886 y fallece en São Paulo, 1973. En 1916 comenzó sus estudios de arte en Sâo Paulo y en 1920 los continuó en París, donde estudió con los pintores cubistas franceses André Lhote (incidió en la conformación de un pensamiento estético guiado por el deseo de sintetizar el arte clásico, en términos de armonía, orden y equilibrio, y la incorporación de un lenguaje moderno: el cubismo), Fernand Léger y Albert Gleizes. Celebró su primera exposición individual en París en 1926, y en ella se pudo ver la que sería su obra más emblemática, La Negra (1923). Al regresar a Brasil integra el Grupo de los Cinco, junto a: Anita Malfatti, Mario de Andrade, Oswald de Andrade y Menotti del Picchia. Éstos habían participado de la Semana de Arte Moderno de San Pablo, realizada en febrero de 1922, evento que postuló una ruptura con el arte académico y constituyó el acto inicial del modernismo brasileño.
Su relación con el escritor brasileño Oswald Andrade, con quien vivió durante unos años, contribuyó al intercambio de ideas entre artistas brasileños de vanguardia y escritores y artistas franceses. Sus telas reflejan una gran diversidad de influencias. Por lo general, representan paisajes de su país con una vegetación y fauna de vívidos colores, de formas geométricas y planas con influencias cubistas. Fueron de gran influencia una serie de viajes que realizó con Oswald, el poeta surrealista Blaise Cendrars y otros modernistas brasileños que asisten en 1924 al Carnaval de Río, en semana santa viajan a la ciudades históricas de Minas Gerais. A partir de estos viajes el paisaje brasileño se convierte en un asunto central para Tarsila.
Al igual que otros artistas brasileños de su época, estaba interesada en los orígenes africanos de su cultura y solía incorporar a su obra elementos afrobrasileños.
El 19 de abril de 1923 escribe a su familia: “Cada vez me siento más brasileña: quiero ser la pintora de mi tierra. Qué gratitud siento por haber pasado toda mi infancia en la hacienda. Las reminiscencias de esa época se me van haciendo preciosas. Quiero, en el arte, ser la caipirinha de São Bernardo, jugando con muñecas de matorrales, como en el último cuadro que estoy pintando”.
En 1924 Oswald de Andrade publica el Manifiesto de Poesía Pau Brasil, propugnaba una estética primitivista que revalorizase la tradición cultural brasileña.
Para Tarsila, esta fase significó el registro de la “poesía popular”, denominando así a los colores y la simplicidad típicos de las pequeñas ciudades brasileñas. Se sumerge en las visiones de su inconsciente, oníricas, procedentes de leyendas y supersticiones escuchadas en su infancia. Paisajes habitados por seres fantásticos y vegetación exuberante, de señalada impronta surrealista. Tras un viaje a Moscú en 1931, incorporó aspectos del realismo socialista, estilo artístico oficial aprobado por el gobierno soviético en el que se representaba a obreros y campesinos en posturas monumentales y heroicas. Sin embargo, pronto retornó a sus temas iniciales, y pintó cuadros surrealistas de figuras alargadas en los que plasmó las brillantes tonalidades rosas y anaranjadas de la tierra brasileña.
Caipirinha, 1923
Morro da Favela, 1924
Carnaval en Madureira, 1924
Antropofagia, 1929
Tarjeta postal, 1929
“Comerse al europeo, tomando de éste lo que puede nutrir
y desechando lo que puede perjudicar.
Metafóricamente, los modernistas tomaron esta imagen
de la antropofagia para la construcción de su identidad cultural
y de la lucha por liberarse de la dependencia cultural de Europa”.
Por más información recomiendo visitar: http://www.tarsiladoamaral.com.br/
Me gusta la pintura de esta artista brasileña, la cual no conocía. Tiene un elegante toque cubista. Por eso es bueno conocer blogs de otras latitudes como el tuyo, Claudia. Saludos afectuosos.
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