Henry Moore: Esculturas al aire libre

Aunque muchas de sus obras se encuentran en importantes museos, Moore imaginó sus esculturas al aire libre inmersas en la naturaleza. En su opinión las esculturas son como "seres vivientes" que deben poder extenderse por el espacio y respirar. "Deben - dice- vivir en invierno y en verano, con niebla y con sol, de día y de noche". Por ello, la luz artificial, los ambientes cerrados sofocan, las traicionan. Él mismo trabaja, perfectamente, al aire libre, así participa activamente e íntimamente de la vitalidad de la creación, tratando de repetir la acción creadora de la naturaleza. Según él, es la naturaleza quien le inspira las formas y estructuras de sus obras.

Henry Moore nación en Castleford, Reino Unido, 1898 y murió en 1986. Hijo de un minero, comenzó sus estudios artísticos en Leeds después de combatir en la Primera Guerra Mundial, y en 1919 ingresó en el Royal College of Art con una beca. Su interés por la escultura arcaica y clásica le llevó a frecuentar el British Museum y a viajar por Italia, Francia y España. Desde 1930, la figura extendida y la maternidad se configuraron como sus temas preferidos, a los que se añadieron más tarde las pequeñas cabezas y los grupos familiares. En 1934, Moore comenzó a excavar cavidades en los materiales. Cavidades y masas poseen la misma importancia, es una búsqueda de complementariedad entre forma y espacio. Poco conocido fuera de su país hasta mediados de siglo, el Premio Internacional de Escultura de la Bienal de Venecia, recibido en 1948, lo proyectó a nivel internacional y recibió innumerables encargos, muchos de ellos para exteriores, lo que le llevó a aumentar el tamaño de sus obras.

Texto realizado gracias a datos de: http://www.biografiasyvidas.com/
y de "Por amor al arte: tallados en la historia" Ed. Atlántida S.A. Bs.As. 1999.

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