Si Dzinga Vertov y el "Cine-Ojo" representaron un momento significativo para el cine ruso y, también mundial, más aún las figuras de Eisentein y Pudovkin. En aquel período de enorme fervor creador, aparecieron estos dos directores. Con sus obras hicieron famoso al cine soviético en todo el mundo y con sus estudios y teorías contribuyeron al desarrollo del lenguaje cinematográfico.
Sergei Mikhailovich Eisenstein
Irrumpió en el cine en 1924. Nacido en Riga, en 1898, hijo de un ingeniero. Realizó el bachillerato científico y se matriculó en el Instituto de Ingeniería Civil de San Petersburgo, abandonándolo al tercer año. Desde 1918 a 1920 trabajó en el Ejército Rojo como pintor de carteles. Durante algunos meses estudió en la sección oriental de la Academia de Estado Mayor. Desde fines de 1920, sin abandonar sus estudios de la Academia, trabajó en el teatro del Proletkult de Moscú, como escenógrafo primero, luego como ayudante de director y finalmente, como director.
Inspirado en episodios y personajes de la historia rusa, Eisenstein escribió una serie de obras maestras para la Historia del Cine. Desde "Alexander Nevski", una sinfonía en blanco y negro dedicada a la lucha del pueblo ruso contra el ejército invasor, hasta "Iván el Terrible" y "La conjuración de los Boyardos", su estilo experimentó profundas transformaciones pero siempre manteniendo su sensibilidad artística. Aunque fue muy criticado por sus compatriotas: muchos lo catalogaron como oscuro, fuerte y terrible, "en una cima a la que no todos puedes llegar", en el sentido de que algunas de sus películas eran -y siguen siendo- difíciles para el público en general. Fue sin dudad uno de los mayores representantes del cine soviético. Murió en Moscú en 1948.
Pudovkin
Pero junto a él, aparece otro gran director: Pudovkin. Sus obras, aun siendo fuertes y dramáticas, se acercan más compresibles al público en masas.
Nacido en Riga, en 1893, ingeniero químico, músico, actor aficionado, Pudovkin llegó al cine con 2 documentales en 1925. En 1926 realizó su obra maestra, "La madre", a la que siguió "El fin de San Petersburgo" en 1927, y al año siguiente "Tempestad sobre Asia", que cierra el ciclo de grandes filmes.
En 1931 realizó "Un caso sencillo"; le siguen "El desertor" (1933), "Victoria" (1935), "Minin y Pozharski" (1940), "20 años de afanes" y "Suvarov" y "El almirante Nakhimov" (1945).
Pudovkin realizó sus obra maestras en sólo dos años y contrariamente a Vertov, colocó en el centro de sus historias un protagonista y dispuso sus relatos según una precisa progresión dramática, que cautivaba al público. El tema fundamental de sus obras fue el nacimiento en el pueblo de la conciencia de clase para la lucha y la revolución. Muere en 1953.
Muchos dicen que la obra de Eisenstein fue un grito de combate, mientras que la de Pudovkin, un lamento. Sus filmes permanecen como obras de arte en la historia del cine por la fuerza con la que representaron las contradicciones, angustias e ideales de un pueblo que se preparaba para la revolución y la defensa de la misma.
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