Toni Matayu, Campo de refugiados
mozambiqueños, Malawi, 1992.
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Fazal Sheikh (norteamericano, Nueva York, 1965), es un fotógrafo documentalista, busca reflejar la realidad y vivencia de ciertas comunidades. En un principio centró su atención en refugiados de distintas partes del globo, personas que se han visto obligados a abandonar sus tierras para huir de guerras y matanzas. Con el tiempo abrió su campo de interés y, en los últimos años, se ha preocupado por la situación de las mujeres indias desposeídas de todo derecho y condenadas a sobrellevar una vida difícil. Sheikh personaliza los conflictos y los narra a través del rostro de sus protagonistas. Él busca representar a sus retratados con plena dignidad y serenidad, como personas y no como símbolo de aquello de lo que han sido víctimas. Él pasa tiempo con ellos, los escucha, pide su colaboración, realiza toda una investigación y, en ese momento, aborda sus retratos. Sus protagonistas posan relajadamente ante a la cámara, de manera frontal, sobre sencillos fondos que hacen que toda la atención de espectador se detenga en ellos. Así, la mirada del retratado se encuentra serenamente con la del artista y éste la traslada al espectador.
Dona Antonia, Grande Sertao,
Vereda, Brasil, 2002
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Sheikh cuida la composición, en la que los contrastes de blancos y negros propician unos resultados espectaculares, de extremada belleza. Sus retratos tienen mucho de la perfección formal del emblemático fotógrafo alemán August Sander (1876-1964) quien, tras un trabajo exhaustivo, logró documentar el paisaje humano de la República de Weimar.
Con los años, sus retratos se han ubicado en un primer plano extremo, en los que el rostro ocupa prácticamente la totalidad de la superficie. Parece sentir una mayor confianza y seguridad lo que le permite aproximarse a los retratados que en muchos casos reflejan de manera nítida en sus pupilas la figura del fotógrafo. Sheikh se implica personalmente con las realidades que conoce, con sus gentes y se vale de la fotografía para atraer la atención del público hacia estos temas, bien sea a través de sus publicaciones, de sus exposiciones o de su página web, www.fazalsheikh.org. Pero no trata de buscar culpables, únicamente aporta un testimonio; queda de parte de quien observa, las conclusiones, el compromiso.
Qurban Gul sosteniendo una fotografía de su hijo,
Mula Awaz, Campo de refugiados afganos,
Pakistán, 1998
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La fotografía documental siempre ha necesitado de la palabra para poder transmitir comprensible y globalmente la realidad que busca comunicar: la claridad del mensaje es fundamental. En el caso de Fazal Sheikh, los textos tienen una gran importancia. En ellos, describe el contexto que rodea a las fotografías, indica el lugar, el acontecimiento, los datos históricos, los datos de la persona que retrata. En 1998 añadió un componente más y empezó a recoger las historias que sus protagonistas le iban contando, para asociarlas de manera directa con sus rostros. Es precisamente de esta asociación entre imagen y palabra de donde surge el mayor contraste.
El espectador se sitúa en frente de unas bellísimas fotografías que reflejan dignidad y entereza, pero que esconden unas historias trágicas y violentas que el propio artista con sus textos pone de manifiesto. Durante los últimos años, las fotografías de Fazal Sheikh han captado la atención de la crítica y han estado presentes en los principales museos norteamericanos y europeos. En 2005 recibió dos de los más importantes galardones que puede ser reconocido el trabajo de un fotógrafo: el MacArthur Fellowship y el Henri Cartier-Bresson International Grand Prix. Su obra se ha expuesto, entre otras, en instituciones del prestigio de la Henri Cartier-Bresson Foundation (París), el Museum of Contemporary Art (Moscú), el Fotomuseum (Winterthur), el Nederlands Fotomuseums (Roterdam), la Tate Modern (Londres), The Art Institute of Chicago, el Internacional Center of Photography (Nueva York) y el Metropolitan Museum of Art (Nueva York), entre otras.
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El espectador se sitúa en frente de unas bellísimas fotografías que reflejan dignidad y entereza, pero que esconden unas historias trágicas y violentas que el propio artista con sus textos pone de manifiesto. Durante los últimos años, las fotografías de Fazal Sheikh han captado la atención de la crítica y han estado presentes en los principales museos norteamericanos y europeos. En 2005 recibió dos de los más importantes galardones que puede ser reconocido el trabajo de un fotógrafo: el MacArthur Fellowship y el Henri Cartier-Bresson International Grand Prix. Su obra se ha expuesto, entre otras, en instituciones del prestigio de la Henri Cartier-Bresson Foundation (París), el Museum of Contemporary Art (Moscú), el Fotomuseum (Winterthur), el Nederlands Fotomuseums (Roterdam), la Tate Modern (Londres), The Art Institute of Chicago, el Internacional Center of Photography (Nueva York) y el Metropolitan Museum of Art (Nueva York), entre otras.
http://fotografia.suite101.net/article.cfm/fazal-sheikh Imprimir artículo
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