El Neoclásico colonial
La introducción del espíritu académico neoclásico borbón en la Banda Oriental está a cargo de Tomás Toribio, arquitecto egresado de la escuela de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando. Su viaje a estos territorios es a los efectos de conducir las obras de la Catedral montevideana con arreglo a los cánones neoclásicos, como para proyectar el edificio destinado a Cabildo y Reales Cárceles en la misma localidad.
La idea que van a desplegar los Borbones (dinastía española que sustituye a los Habsburgo, en la segunda mitad del siglo XVIII) es la de unificar la arquitectura de todos sus dominios, a través de la formación de los arquitectos en la academia real. Esta postura centralizadora que se da en el arte, responde en realidad a una búsqueda de unificación que en todas las áreas buscan imponer los Borbones. Como consecuencia de esto, apartan las ideas que adjudicaban al artista plena libertad de concepción ornamental (recordar las múltiples expresiones ornamentales que habían caracterizado al Barroco americano) y tienden a imponer un estilo previamente elegido: el clásico. El trabajo de Toribio entonces se inscribe en la unidad estilística que España impone a su arquitectura en el último cuarto del siglo XVIII.
La obra realizada por Tomás Toribio se completa, en la Banda Oriental, con la iglesia parroquial de Colonia y con su propia residencia. Y se prolonga en los dos trabajos más importantes de su hijo José Toribio: el ala del Hospital de San José y la Caridad, construida sobre la calle 25 de mayo (hoy Hospital Maciel) y la casa de los Montero (actual Museo Romántico).
El Cabildo
Ubicación: Juan Carlos Gómez esq. Sarandí
Autor: Arq. Tomás Toribio
Fecha: 1804 proyecto, 1804-1869 construcción
Monumento Histórico Nacional 1975
Se ubica en un predio esquina de la que fuera la Plaza Mayor de la ciudad, frente a la Catedral, transgrede el modelo indiano por su condición frentista a la plaza y desplazada de su eje.
Su construcción se inicia en el período colonial según proyecto de Toribio y culmina su construcción en pleno período republicano con la planta alta.
La construcción cuya planimetría responde a una modalidad neoclásica, se organiza en forma simétrica en torno a cuatro patios, estando uno de los ejes definido por el acceso.
Planta Baja: Reales Cárceles
Planta Alta: dependencias capitulares
Modalidad neoclásica que se lee en el desarrollo de las fachadas en las que predominan paños lisos, en los que se destacan las ventanas adinteladas. Se destaca el acceso por medio de órdenes de columnas superpuestos desarrollándose una composición en forma de arco de triunfo en el piso bajo, con un frontón de coronamiento en el que aparecen ya símbolos de la República.
La unidad de la composición se refuerza al estar rematada por una cornisa de coronamiento a lo largo de sus dos fachadas.
Datos tomados de Guía Arquitectónica y urbanística de Montevideo.
CATEDRAL METROPOLITANA (Iglesia Matriz)
Ubicación: Pza. Matriz (Ituzaingó esq. Sarandí)
Autor: Ing. Custodio de Saá y Faría, Arq. Tomás Toribio, Ing. Militar José del Pozo y Marquy, Arq. Bernardo Poncini, Arq. Rafael Ruano
Fecha: 1790 (proyecto)
Monumento histórico nacional desde 1975
La Iglesia de la Inmaculada Concepción, se encuentra situada frente a la Plaza Mayor de la ciudad colonial, ubicándose en forma retranqueada con respecto a la alineación de la manzana y levantándose –acorde a lo establecido por el modelo indiano- unos peldaños sobre el nivel de la plaza. Modelo que es respaldado en este aspecto pero no en otros, ya que se encuentra directamente frente a la plaza y desplazada del eje principal de esta.
La construcción se concretará a lo largo de varias décadas; será iniciada según proyecto del Ingeniero Militar portugués Custodio de Saá y Faría y continuada por el Arq. Tomás Toribio –egresado de la Academia de Nobles Artes de San Fernando- quien impondrá el academicismo neoclasicista borbón en la región. Hacia 1860 el Arq. Bernardo Poncini realizará cambios en la fachada principal, creando una composición de orden colosal. La actual fachada (1941-1960) es obra del Arq. Rafael Ruano, quien revierte en parte las actuaciones de Poncini.
La obra, con sus construcciones de volumetría simple muestra una imagen representativa del neoclasicismo español, la que podemos vincular por su austeridad al herreriano.
El edificio cuyo acceso se produce a través de un pórtico, es de tipo basilical de tres naves y crucero, con cúpula apoyada sobre tambor cilíndrico.
EL Neoclásico republicano
La “ciudad nueva”
El 25 de agosto de 1829 la Asamblea Constituyente del nuevo Estado Oriental aprobó la demolición de la fortificación de la parte de tierra de Montevideo, al igual que la de Colonia del Sacramento. Inmediatamente que se iniciaron los trabajos de demolición en Montevideo, se pasó a delinear la nueva población en el llamado “campo de Marte” que era la extensión comprendida entre la muralla Este y el ejido de la ciudad. Se delimitaron 136 manzanas y 2 plazas: la mitad este de la actual plaza Independencia y la actual plaza Cagancha.
En 1833 se dispuso la apertura de la Ciudadela, que ocupaba la mitad oeste de la actual plaza Independencia, posibilitando la comunicación entre la ciudad vieja y la ciudad nueva.
En 1835, frente al aumento de la población se crea el Cementerio Nuevo (actual Cementerio Central). Y en ese mismo año se dispuso la construcción de una gran plaza en la parte exterior, al este, de la ex – Ciudadela, llamada Independencia a partir de 1843.
Carlos Zucchi
El primero de los arquitectos importanes que se radica en la República y cuya formación responde a la ideología y modo de enseñar franceses es Carlos Zucchi. Carlos Zucchi, de origen italiano, se formó, no obstante, en Francia. Y su formación coincide con una época (la del imperio napoleónico) que le impone a la arquitectura una función de glorificación de la obra napoleónica. Por lo tanto, la arquitectura neoclásica, preocupada por la ornamentación medida, su disposición sobre las masas del edificio, ajustando las proporciones al conjunto, agregará, durante este período, una preocupación política: cumplir un rol apologético. El arquitecto, de acuerdo con la obra que se le encomiende, buscará proyectar edificios simbólicos de acuerdo con su finalidad.
Se le encomienda a Zucchi el diseño de la plaza Independencia. Lo hizo tomando un tipo de plaza ideado por el clasicismo francés para honrar a sus gobernantes: espacios cerrados donde los edificios circundantes se vuelcan hacia él unificando sus fachadas mediante pórticos, cuya unidad rítmica la constituía una arcada romana. Reservó, lo que en el momento de proyectarla, era su centro geométrico, para ubicar allí un monumento nacional. (Este proyecto de Zucchi sólo fue respetado parcialmente, y con los años se perdió su propósito estético original).
Corresponde a Zucchi el proyecto para el Teatro Solis, aunque se le adjudica a Francisco Xavier Garmendia la tarea de adaptar aquella a las exigencias financieras de la sociedad propietaria. Pero el aspecto exterior de su fachada principal seguramente no es el ideado por Zucchi ni por Garmendia, sino el resultado de la asesoría prestada a éste por Clemente Cesar, arquitecto uruguayo formado en Italia. Si la idea de adscribir un peristilo a la fachada es común a los tres arquitectos, el primero proyectó uno de seis columnas, de un piso de altura, descompuestas en doce piezas almohadilladas cada una. Esta idea, recogida por Garmendia, fue modificada a instancias de César y se le adicionó un peristilo octástilo, de impuro orden corintio, que involucra dos plantas.
De todos modos el edifico se inscribe, por su aspecto formal, dentro del cuadro neoclasicista. (En 1869 se le encarga al Arq. Victor Rabú el proyecto de las alas laterales anexadas al edificio).
La obra de Bernardo Poncini (arquitecto suizo de formación italiana)
Se ubica entre los años 1857 y 1863, y si bien intervino en obras empezadas por otros, imprimió en ellas un carácter distintivo. Actuó en la Iglesia Catedral de Montevideo, en la sistematización de la Plaza Independencia, en el Cementerio Central y en el Hospital de San José y la Caridad (hoy Maciel).
Fue el verdadero creador artístico del Cementerio Central. Diseñó un proyecto completo, pero sólo construyó, entre 1858 y 1863, el muro y la capilla, llamada corrientemente Rotonda (hoy Panteón Nacional).
La Rotonda traduce con precisión las características del neoclásico italiano. La disposición centralizada comprende planta circular y cubierta hemiesférica, y sigue la línea de edificios religiosos derivados del Panteón de Agripa.
Fuente: http://estudi-arte.blogspot.com.uy/
Hospital Italiano de Montevideo
El edificio en su conjunto tuvo sus orígenes en las escuelas para el estudio del arte en Italia. De esta fase arquitectónica surgen otros monumentos famosos como la Puerta de Alcalá en Madrid, obra de Francesco Sabatini.
El arquitecto encargado de dirigir y planificar la estructura de influencia historicista fue Luis Andreoni, también responsable de la fundación de la Estación Central y el Club Uruguay, y que se basó en un procedimiento tan artístico como científico en su precisión, característica de una época en la que se buscaba economizar en recursos. En este sentido, el hospital italiano es uno de los primeros representantes del arte progresista en Uruguay, de tinte simplista y objetivo frente a la subjetividad y decoro que habían caracterizado a etapas anteriores y que verían un ligero renacimiento en la edificación, también en manos de arquitectos italianos, del Palacio Legislativo de Montevideo, en 1925.
Los capiteles de estilo romano, construidos sobre una base firme y en dirección geométrica exacta, en dos de los cuatro frentes de la construcción, realzan el concepto de unión entre arte y ciencia, típico del neoclasicismo tardío. Se busca, además, revivir un modelo clásico y occidental, por lo que se emplean materiales como el mármol, el granito y azulejos importados de Europa con el fin de recrear una imagen que combinara los matices del arte antiguo con los avances de la ciencia moderna. El ala que da a Bulevar Artigas, conocido como "Pasiva del Hospital Italiano", es un entramado de esculturas y figuras en bronce que rememoran a grandes personalidades tanto de Italia como de Uruguay. El busto en homenaje al prócer nacional José Gervasio Artigas se erige también al lado del hospital.
La superficie del hospital es de aproximadamente 30.000 m² (teniendo en cuenta ambas plantas y territorios exteriores) y su antigüedad, de más de 110 años, lo sitúan entre uno de los hospitales activos más añejos de Montevideo y del país. Se ubica en el cruce de las avenidas 8 de Octubre e Italia, sobre la intersección de estas dos con Bulevar Artigas y la calle Jorge Canning.
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