"Resulta tarea de todo punto imposible tratar de sintetizar en un único artículo todo aquello que Pablo Ruiz Picasso (1881-1973) ha supuesto en la pintura del siglo XX. Se trata de uno de esos genios con el que sólo pueden compararse unos pocos pintores más. Pero esos otros pintores mantuvieron, cada uno en su época, un mismo estilo, en el que incluyeron algunas variedades con el paso del tiempo. Sin embargo Picasso, a lo largo de su extensa trayectoria, mudó de estilo en varias ocasiones y esas mudanzas fueron absolutamente radicales. No contento con eso, retomó en distintos momentos estilos que había cultivado antes, pero los modificó y los mezcló. Y además de pintar, esculpía, grababa, tallaba, hacía cerámica, e incluso preparó decorados para obras de danza. El genio del arte pictórico del siglo XX, sin duda alguna. Además fue republicano y comunista; una persona comprometida con su época y con los problemas de su época.
Pablo Picasso: "Dos hermanos" (1905). Basilea.
Ya sabemos todos que nació en Málaga, pero creo que no debemos abusar señalando que Picasso es un pintor andaluz. Lo es por nacimiento, claro está, pero nos encontramos ante un artista de dimensión universal, por la magnitud y la trascendencia de su obra. En cualquier caso, su familia se trasladó a La Coruña cuando él contaba ocho años de edad y allí inició el contacto con el mundo de la pintura, demostrando una gran precocidad que hoy nos asombra y apoyado por su padre, profesor de dibujo. Una nueva mudanza lleva a la familia a Barcelona y allí estudia pintura Picasso, en la misma escuela de Artes en la que su padre daba clases. Pero para un artista como él la ciudad catalana tampoco resulta suficiente, así que en 1900 viaja por primera vez a París, cuando ya ha iniciado su denominado periodo azul.
Y en París se establece PIcasso de manera definitiva en 1904, mientras da comienzo a su periodo rosa y va pergeñando las líneas maestras de lo que será el cubismo, influenciado por las formas geométricas de Cezanne, el arte ibero y el arte africano primitivo. Así llega 1907 y nuestro artista da a conocer "Las señoritas de Avinyó", obra inicial del nuevo estilo que causa un tremendo revuelo en los ambientes artísticos parisinos. La obra, ejemplo del llamado cubismo analítico, y sus secuelas acaban por cimentar la fama de su autor, que puede ya exponer a su antojo en distintas capitales. El cubismo acompañará desde entonces casi siempre a Picasso, que aún crea otra variedad en el estilo, el denominado cubismo sintético, e incluso se habla de un cubismo hermético, muy cercano a los planteamientos que efectúa el arte abstracto.
Pablo Picasso: "Estudio preparatorio para las señoritas..." (1907). Filadelfia.
"Las señoritas de Avinyó" (1907). Nueva York.
En los años coincidentes con la Primera Guerra Mundial el pintor madura un nuevo cambio de estilo, que acaba fraguando a partir de 1918: comienza el llamado periodo clásico, en el que parece retornar a planteamientos más tradicionales, interpretados siempre desde su propia genialidad. Sin embargo, hacia 1926, y durante tres años, encauza su trabajo en una serie de obras que nos permiten hablar de periodo surrealista, en el que sus cuadros se pueblan de criaturas imposibles y formas irreales.
Pablo Picasso: "Retrato de Olga" (1917). París. // "Paulo como arlequín" (1924). París. "Desnudo en la playa" (1929).
Pero la capacidad del genio no puede detenerse. En 1930 da comienzo el periodo expresionista, que va a servirle para exponer su visión del mundo y de la Historia en los años de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. Durante la primera de ellas, Picasso, republicano convencido, dirige fugazmente el Museo del Prado y, por encargo del gobierno de la II República, pinta el Guernica. Durante unos años sigue pintando cuadros de grandísima calidad y buscando nuevas vías de expresión.
Pablo Picasso: "Mujer llorando" (1937). Londres.
Pablo Picasso: "El beso" (1969). París.
Concluidos los tiempos bélicos, con un Picasso ya en edad madura, podemos hablar de una etapa final, en la que el pintor sintetiza sus experiencias anteriores. Grandes exposiciones retrospectivas dan cumplida cuenta de la altura a la que se valora su trabajo. Pero él, mientras tanto, sigue trabajando y disfrutando, quizás más que nunca, con su arte, en medio del más absoluto reconocimiento internacional. En 1971 cumple 90 años y aún sigue pintando, grabando y haciendo cerámica. Muere dos años más tarde, mientras trabajaba en una serie de cuadros en los que rendía tributo a Rembrandt y su "ronda de noche". Los genios siempre buscan el apoyo en otros genios. "Puedo ver tan lejos porque camino a hombros de gigantes".
Fuente: http://aprendersociales.blogspot.com/2007/05/pablo-picasso-el-genio-de-la-pintura.html?spref=bl
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