¿Cómo sería la navidad dirigida por famosos cineastas?

El video titulado The Auteurs of Christmas es el resultado de imaginar cómo sería la Navidad dirigida por famosos directores de cine como Steven Spielberg, Sergei Eisenstein, Wes Anderson, Woody Allen, Lars Von Trier, Martin Scorsese, Michael Moore, Stanley Kubrick, Werner Herzog y Baz Luhrman.
Los encargados de imaginar y realizar el video fueron la productora Fourgrounds Media junto a la compañía de teatro Suitcase in Point.

El entierro del señor de Orgaz (1588) de "El Greco"

1.- IDENTIFICACIÓN DE LA OBRA
Título: En entierro del Conde de Orgaz
Autor: Doménikos Theotokópoulos “El Greco”
Fecha: 1586-1588
Localización: Iglesia de Santo Tomé (Toledo)
Estilo: Óleo sobre tela de estilo renacentista.

2.-ANÁLISIS FORMAL
La obra está pintada sobre lienzo, de grandes dimensiones (460x360 cm). Se divide claramente en dos partes. En la zona inferior está el milagro, trasladado al siglo XVI, contemplado por un buen número de nobles toledanos contemporáneos de El Greco. En la parte baja de la imagen se observa en primer plano el milagro, con la figura de don Gonzalo en el centro en el momento de ser depositado por los dos santos: San Agustín - vestido de obispo - que le agarra por los hombros y San Esteban - como diácono, representando en su casulla su propio martirio - que le sujeta por los pies. Junto a ellos encontramos un niño vestido de negro, que porta una antorcha y lleva un pañuelo con una fecha: 1578; esto hace suponer que se trata del hijo de Doménico, Jorge Manuel, nacido en ese año. A la derecha se sitúa don Andrés Nuñez de Madrid, el párroco de Santo Tomé, que abre las manos y eleva su mirada hacia el cielo, vistiendo la saya blanca de los trinitarios. Le acompañan dos sacerdotes más: uno, con capa pluvial negra, lee ensimismado el Libro de Difuntos y otro porta la cruz procesional y tiene la mirada perdida. A la izquierda aparecen dos figuras con hábitos de franciscanos y agustinos, siendo estas tres Ordenes las más importantes de la ciudad. Tras estas figuras se encuentran los nobles toledanos que asisten al milagro, vestidos con trajes negros y golillas blancas. Sus manos indican el escaso movimiento existente en la escena y refuerzan la expresividad de sus rostros, en los que El Greco ha sabido captar diferentes estados de ánimo, siendo el más generalizado la aceptación sincera de lo sobrenatural.
Se han identificado algunos personajes como don Diego de Covarrubias y su hermano Antonio; un posible autorretrato en la figura que mira hacia el espectador; don Juan de Silva, Protonotario Mayor de Toledo que aparece para certificar el milagro, en el centro de la imagen,elevando su mirada hacia el cielo. Esta zona inferior se circunscribe claramente en un rectángulo - recurso muy empleado en el Quattrocento -en el que desaparece el suelo y las figuras se van hacia adelante por el peso del cadáver y la isocefalia de los nobles, que anula de esta manera la perspectiva. Encontramos las mismas tonalidades:blanco, negro y dorado. Curiosamente el dorado resalta la luminosidad del blanco y la oscuridad del negro. Los detalles de las vestimentas y de la armadura demuestran la elevada calidad de la pintura de Doménico, a pesar de la pincelada suelta que emplea. Los destellos de la luz reflejándose en la armadura son sorprendentes.
La zona superior se considera la zona de Gloria, hacia donde se dirige el alma de don Gonzalo. Se organiza a través de un rombo, crea un movimiento ascendente hacia la figura de Cristo que corona la composición. Viste hábito blanco - símbolo de la pureza - y está sentado, siendo una de las enormes figuras tradicionales del candiota cuyo canon estético rompe con el tradicional. A su derecha vemos a la Virgen, vestida con sus tradicionales colores azul y rojo,que simbolizan la eternidad y el martirio, respectivamente. Frente a María se sitúa una figura semidesnuda que se identifica con San Juan Bautista, siendo ambos los medios de intercesión y salvación ante Dios. De esta manera se representa una Deesis, muy habitual en el arte bizantino. En la zona izquierda de la Gloria encontramos a San Pedro, portando las llaves de la Iglesia, junto a querubines, ángeles y otros santos. En la derecha se sitúan San Pablo, Santo Tomás - con una escuadra - e incluso Felipe II, a pesar de no haber fallecido, como también hizo Tiziano para Carlos V en la Gloria, hoy en el Museo del Prado. Estas figuras de la zona superior tienen mayor movimiento, acentuándose algunos escorzos como el del ángel del centro de la imagen. Las tonalidades se han hecho más variadas como el amarillo, el verde o el naranja, colores totalmente manieristas junto a los tradicionales de la Escuela veneciana, presididos por el azul, el rojo y el blanco.
Entre ambas zonas existen numerosos nexos de unión que hacen que la obra no esté formada por dos partes aisladas entre sí. El primero viene determinado por la luz, ya que el episodio se desarrolla en un interior y la única luz existente procede de la parte superior. En la zona baja encontramos algunos personajes que miran hacia arriba como el párroco, el Protonotario Mayor de Toledo o la figura que se sitúa tras el sacerdote que . La Virgen mira hacia abajo como si fuera a recibir el alma de don Gonzalo, que es transportada por el ángel con las alas desplegadas, la figura que se sitúa entre medias de los dos mundos. Incluso la cruz procesional se eleva hasta la zona celestial. Respecto a la técnica, Doménico trabaja la obra con manchas de color, como había aprendido en su estancia veneciana. Si se observa detenidamente apreciamos la ausencia casi total de dibujo; en la zona de los nobles toledanos el traje está conseguido a través de manchas negras que soportan los rostros y las manos, enmarcados por las golillas y los puños obtenidos con manchas de pasta blanca.

3.- SIGNIFICADO
A los diez años de llegar a Toledo - y a pesar de los descalabros sufridos con la catedral por el Expolio de Cristo y con Felipe II por el Martirio de San Mauricio - El Greco se ha labrado una importante fama en la ciudad castellana. La élite eclesiástica le ha escogido como su pintor y le encarga gran parte de las obras que se realizaban en la Ciudad Imperial. Así surge la obra maestra de Doménico: el Entierro del señor de Orgaz. La escena fue realizada para la iglesia de Santo Tomé - de la que el pintor era parroquiano al habitar en las casas del Marqués de Villena que se encontraban en las cercanías - por encargo del párroco don Andrés Núñez de Madrid. El protagonista del enorme lienzo es don Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz - y no conde como acostumbramos a denominarle, ya que sus descendientes no obtuvieron el condado hasta el siglo XVI, por lo que el título tradicional del cuadro debería ser cambiado.
Este noble toledano vivió a caballo de los siglos XIII y XIV,y tuvo especial relevancia por sus obras de caridad y por las donaciones que hizo a las instituciones eclesiásticas de la ciudad. Gracias a la ayuda de don Gonzalo, los monjes agustinos que vivían en la parroquia de San Esteban, a orillas del Tajo, consiguieron trasladarse al lugar donado por el noble para construir allí una nueva iglesia. Cuando murió don Gonzalo en el año 1323 pidió ser enterrado en su parroquia, la de Santo Tomé. En el momento de enterrar su cuerpo en la fosa, aparecieron milagrosamente San Esteban y San Agustín para depositarle, siendo éste el momento elegido por el pintor. Al ser monjes agustinos de San Esteban a quienes patrocinó don Gonzalo fueron ambos santos los que aparecieron. Ésta es la temática de la obra, pero ¿cuál es el motivo por el que se realizó?. Antes de fallecer, don Gonzalo legó ciertas rentas de la villa de Orgaz - de la que era señor como ya hemos indicado - a la iglesia de Santo Tomé, donde debía ser enterrado. Estas cantidades anuales fueron pagadas religiosamente por la villa a la iglesia todos los años hasta 1564, cuando las gentes de Orgaz decidieron unilateralmente finalizar la donación. Don Andrés Núñez, párroco de Santo Tomé en aquellos momentos, inició un pleito contra la villa para recuperar esas rentas, obteniendo el respaldo judicial. Con las ganancias obtenidas decidió mejorar la capilla funeraria de don Gonzalo Ruiz, entre estas mejoras el cuadro de El Greco. El contrato fue firmado por Doménico en 1586 y en él se incluyen las líneas maestras de la composición.

Material extraido gracias a: http://www.juntadeandalucia.es/

Palacio de La Granja de San Ildefonso

Michelangelo Merisi da Caravaggio

Caravaggio from Asun on Vimeo.

10 características del Barroco

El movimiento barroco se desarrolló en Europa y sus colonias americanas.

El estilo barroco es un conjunto de características expresadas en las diferentes ramas del arte en que se desarrollaron en Europa desde principios del siglo XVII hasta mediados del siglo XVIII.

El término barroco fue acuñado en la época inmediatamente posterior, el siglo XVIII, para referirse despectivamente a arte anterior, por considerarlo deforme y exagerado. Sin embargo, posteriormente se revalorizó este estilo por su capacidad para expresar sentimientos y pasiones, y por su profundo impacto sobre el espectador.
El estilo barroco suele oponerse al estilo clásico. Este último se caracteriza por el respeto de las proporciones, la representación casi matemática de la realidad, la armonía de los elementos y la selección de personajes calmos como dioses y reyes. Los historiadores del arte sostienen que en todas las épocas del arte europeo se ha alternado entre un estilo más similar al barroco y otro más similar al clásico.

Características del estilo barroco

1- Origen
El barroco se originó a principios del siglo XVII, en una época en que Europa estaba afectada por la llamada Guerra de los 30 años (1618 – 1648) pero también por múltiples revueltas y revoluciones locales.
Además, eran frecuentes las muertes por la peste. En este contexto de violencia y muerte, surge esta forma de arte que transmite no sólo el dolor con mayor intensidad, sino también el amor por la vida.
Por otro lado, la Iglesia Católica experimentaba su primera crisis, por lo que buscó convertir sus templos en lugares con multitud de esculturas que inspiraran fervor religioso. El estilo barroco, que comenzaba a surgir, respondía a estas necesidades. Es decir que el barroco encontró su origen en causas sociales y el impulso necesario en causas religiosas.

2- Sentimiento y espiritualidad
La principal característica del arte barroco es el objetivo de representar las pasiones internas. Entre ellas se encuentran los sentimientos como el amor o la furia, pero también las formas de la espiritualidad, como la fe, la paz y la misericordia. Además, el barroco buscaba representar el temperamento individual.

3-Proporciones artificiosas
El barroco buscaba una representación verosímil de la realidad, por eso, en la pintura y en la escultura, encontramos representaciones humanas muy similares a los modelos reales.
Sin embargo, las proporciones de los cuerpos humanos en muchos casos son exageradas, aunque esto no pueda notarse a simple vista. La exageración se utilizaba como una forma de crear movimiento y tensión, además de facilitar la expresión de las pasiones.

4- Temas
Catedral barroca.

Existen tres tipos de temas en el estilo barroco.
Por un lado, es muy frecuente la temática religiosa ya que fue durante más de un siglo el estilo más fomentado por la Iglesia Católica. Por otro lado, parte de este arte tenía un contenido político ya que tanto en la arquitectura como en la música o la pintura podía exaltar figuras políticas y reyes.
Y en menor medida su temática era burguesa, con escenas cotidianas y paisajes.

5- Arquitectura
En la arquitectura barroca se encuentra una decoración exuberante. Predominan las figuras curvas, tanto cóncavas como convexas. El sentido escenográfico de la arquitectura se observa en los diversos juegos ópticos que construían diferentes imágenes dependiendo del punto de vista del observador.
Tanto reyes como papas fomentaron la expresión de grandes ideales en la arquitectura barroca, a través de sus programas de urbanismo.
Ejemplos de arquitectura barroca son la fachada del edificio San Carlo alle Quattro Fontane (1640) de Francesco Borromini, en Roma, y el Palacio de Versalles (1685) de Louis Le vau y Jules Hardouin-Mansart.

6- Música
La música barroca se caracteriza por el uso de la armonía tonal, es decir, la combinación de sonidos simultáneos, con la presencia constante del bajo continuo. La música deja de estar supeditada a la palabra (lenguaje vocal) desarrollando un lenguaje instrumental propio.
El contraste propio del barroco se expresa en la música en el uso de la disonancia y de la contraposición entre partes fuertes y débiles del compás.
Ejemplos de música barroca son las cantatas de J. S. Bach y Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi.

7- Literatura
Don Quijote de la Mancha fue publicado en Perú en el año 1607.

La literatura del barroco expresa escepticismo y pesimismo. Recurre a múltiples recursos retóricos, como las alegorías y las metáforas, y su lenguaje es recargado y suntuoso, con multitud de adjetivos. En esta época comienza a abandonarse el latín y a utilizarse las lenguas vernáculas.
La vida es presentada como una lucha, o en otros casos como un sueño, una ilusión o una mentira.
Entre las obras barrocas se encuentran el Don Quijote, de Miguel de Cervantes, la Fábula de Polifemo y Galatea (1613) de Luis de Góngora y el poemario Parnaso español (1648) de Francisco de Quevedo.

8- Pintura
La vocación de San Mateo (1601) de Caravaggio.

Tanto la pintura como la escultura barrocas buscan una representación imitativa de la realidad, similar al naturalismo. A pesar de que dar la sensación de ser una representación fiel de la realidad, en realidad las formas son exageradas.
Específicamente en pintura, aparece el claroscuro, que es el contraste entre zonas iluminadas y oscuras. La técnica es el óleo sobre lienzo.
Ejemplos de pintura barroca son La vocación de San Mateo (1601) de Caravaggio y Retrato del cardenal Richelieu (1640) de Philippe de Champaigne.

9- Escultura
Apolo y Dafne (1625) de Gian Lorenzo Bernini.

La escultura también explora la representación imitativa pero exagerada del cuerpo y rostro humano. Los cuerpos suelen estar envueltos en telas que crean mayor dramatismo y permiten además crear contrastes entre colores y texturas.
En la escultura, estos efectos de luces y sombras se logran gracias al relieve. Cada escultura está pensada para un lugar específico, y por lo tanto está subordinada a la arquitectura y a la luz (natural o artificial) que recibe en ese sitio.
Ejemplos de la escultura barroca son Apolo y Dafne (1625) de Gian Lorenzo Bernini y la llamada “Columna de la peste” (1679) de Matthias Rauchmüller.

10- Teatro
La literatura dramática del barroco muestra características similares a otras formas literarias del barroco, como la multitud de adjetivos y figuras retóricas. Específicamente el espectáculo teatral se vio modificado porque por primera vez se dividió la platea del escenario.
La escenografía se volvió más compleja y con el objetivo de crear una ilusión de realidad, pero al mismo tiempo mostrando prodigios y valorizando la composición visual del espectáculo.
El teatro barroco se desarrolló principalmente en España, con autores como Tirso de Molina y Lope de Vega.


Fuente: https://www.caracteristicas.co/barroco/#ixzz5DAhSTMu8
Enciclopedia de Características (2017). "Barroco". Recuperado de: https://www.caracteristicas.co/barroco/

Diego Velázquez y "Las Meninas"

OBRA:
Título: Las Meninas o La familia de Felipe Cuarto.
Autor: Diego Velázquez.
Año: 1656
Óleo sobre lienzo, 318 por 276 centímetros, Museo del Prado, Madrid

DESCRIPCIÓN:
Se representa en esta obra el taller de Velázquez, en el antiguo Alcázar de los Austrias de Madrid: una habitación amplia de forma cuadrada, que se estrecha hacia el fondo...
En primer término y a la izquierda del espectador, aparece la parte posterior de un enorme bastidor sobre el que apoya un lienzo que está pintando Velázquez. Detrás se autorretrata el propio pintor.
A nuestra derecha, la pared se prolonga estrechándose hasta el fondo de la habitación. En ella se abren dos grandes ventanales por donde entra la luz al taller.
En el muro del fondo de la habitación cuelgan dos grandes cuadros en lo alto, debajo de ellos se dispone un espejo, en el que se intuyen reflejados los reyes, Felipe Cuarto y Mariana de Austria, y hacia la derecha se abre una puerta sobre la que se recorta la figura de Nieto Velázquez, aposentador de la reina.
Los demás personajes se distribuyen por toda la habitación. Destaca en primer término la infanta Margarita, de apenas cinco años, en el centro mismo de la composición, está acompañada a los lados por las dos meninas o doncellas adolescentes que dan nombre popular al cuadro: una, Isabel de Velasco, a nuestra derecha, de pie; y la otra, a la izquierda, es Agustina Sarmiento, quien arrodillada le ofrece una jarrita a la niña.
Otros personajes se disponen a nuestra derecha: en primerísimo plano un perro pastor alemán, plácidamente tumbado, y detrás una enana macrocéfala, Maribárbola, y un niño que juega junto a ella, Nicolás de Portosanto. Más al fondo, medio ocultos en la penumbra otros dos guardadamas de la reina.
Cierra el cubo que forma la habitación el techo, muy sencillo, plano y liso, del que penden dos lámparas, apenas perceptibles en la oscuridad que envuelve esa parte de la habitación. 

COMENTARIO:
El cuadro de Las Meninas es uno de los más importantes de toda la historia de la pintura y sus características permiten conocer el estilo de uno de los pintores más grandes de todos los tiempos, Velázquez.
¿Por qué Velázquez es un pintor tan extraordinario? Porque es capaz de pintar de una forma distinta a como se hacía habitualmente, porque su técnica es diferente y porque es capaz de recrear en sus cuadros ambientes que parecen tan reales que es como si nosotros, los espectadores, nos encontráramos dentro del cuadro.
Algo así es lo que ocurre en esta obra: Las Meninas. Las Meninas reproducen una habitación de grandes dimensiones que era en realidad el taller del pintor. Un espacio que se va estrechando hacia el fondo y en el que se colocan una serie de figuras, pero de una forma muy espontánea, como si nosotros mismos hubiéramos entrado en la habitación, interrumpiendo el trabajo del pintor.
En efecto, Velázquez aparece con la paleta y los pinceles en la mano, a la izquierda de la habitación, detrás de un inmenso lienzo. Está en un segundo plano, pero se aprecia que ha querido autorretratarse mostrando toda la dignidad de su oficio, de ahí su porte distinguido y su actitud elegante.
A su lado, ocupando el centro del taller se representa la escena principal. Allí, de pie, está posando una niña..., la infanta Margarita, vestida de forma primorosa y que trasluce en su carita toda la inocencia y la alegría de la infancia. No es de extrañar que Velázquez tuviera predilección por esta niña y que eso se refleje en el cuadro. Está bellamente vestida con un traje de raso de tacto sedoso, en cuya pechera brota a modo de camafeo un ramillete de flores: está pintado con tanto empaste que tocándolo descubriremos sus formas...
Junto a ella y sirviendo a la infanta dos doncellas, las llamadas meninas, cuyo nombre en portugués definió con los siglos el título popular del cuadro. Una agachada, ofrece una jarrita a la niña, la otra, de pie, atiende complaciente. También ellas visten amplios vestidos de faldas muy anchas que caen sobre el suelo con todo el peso y la rugosidad de sus telas. En el cabello llevan un prendido del mismo estilo que el de la infanta Margarita.
La escena se completa a la derecha del taller con una muestra de esa espontaneidad a la que nos referíamos al principio, pues aparecen, como si se encontraran allí casualmente, una niña macrocéfala, Maribárbola, un niño que la acompaña, Nicolás de Portosanto, importunando con sus pies a un perro plácidamente tumbado.
Pero la habitación es muy grande y aún hay más personajes deambulando por ella. Dos servidores más de los reyes aparecen a la derecha detrás de las meninas, y al fondo del taller se abre una puerta por la que está saliendo otro personaje como si se despidiera de los demás, concretamente se trata de Nieto Velázquez, aposentador de la reina. Al fondo también, medio oculto entre sombras, cuelga un espejo con dos figuras reflejándose, y encima, dos cuadros que apenas se distinguen.
El conjunto que ha recreado Velázquez es como un gran escenario, en el que las figuras actúan de forma muy natural, consiguiendo ese efecto que ya hemos comentado de dar a la escena una gran espontaneidad y por ello también un destacado realismo. A ello contribuye sin duda su excelente técnica, y es que cuando Velázquez pinta, lo hace acumulando gruesos empastes de pintura sobre el lienzo de tela, tanto que el tacto del cuadro nos resulta rugoso y grueso, lo que acentúa su expresividad. Un buen ejemplo de ello son los adornos del cabello o del vestido de la infanta.
Por todo lo dicho, lo cierto es que no se trata de un típico retrato cortesano, porque aunque se representa a la infanta, no se hace como era habitual, con toda la pompa y el boato de los retratos reales.
También cabría preguntarse si el cuadro es verdaderamente un retrato real, aunque sea atípico, porque ciertamente la situación de Velázquez y del lienzo que se halla de espaldas a nosotros, siempre nos ha hecho preguntarnos qué estaría pintando Velázquez. La infanta no puede ser el objeto de su pintura, porque no está colocada de frente al pintor. Tal vez las figuras, que borrosas, aparecen reflejadas en el espejo colgado al fondo de la habitación. En ese espejo se intuyen las siluetas de los reyes: Felipe Cuarto y Mariana de Austria, y ciertamente según ese juego de reflejos podría pensarse que están delante del pintor.
Pero hay un detalle que nadie puede negar y es que delante de Velázquez y delante del lienzo, los que realmente estamos somos nosotros, los espectadores, los millones de espectadores que a lo largo de los siglos se han quedado delante de este cuadro embelesados con la magia de Velázquez. El propio pintor nos dirige su atención y es eso lo que nos convierte en protagonistas de la obra. Pocas veces como en esta ocasión el espectador está dentro del cuadro y participa de la obra de arte... Con él, además, Velázquez se reivindica como artista, pues al autorretratarse en medio de la familia real y trabajando en su taller, viene a decir que no es un vulgar artesano, sino un artista, con toda la importancia que eso tenía.
... El cuadro es un lugar real, en el que casi se respira el aire que ha pintado, y que nos emociona de una forma especial. No sólo por sentirnos protagonistas de la obra, sino porque hay algo en esta pintura que nos traslada a un mundo imaginario, pero lleno de intensidad y de vida. Algo que sólo podía lograr un artista igualmente especial y único: Velázquez, “el pintor de los pintores”.


Fuente: http://artecreha.com/las-meninas-de-velazquez/


El arte Barroco

"A finales del siglo XVI la estética renacentista, tan apegada a la razón y a la proporción, empezaba a dar signos de claro agotamiento. En consecuencia, comenzaban a difundirse nuevos planteamientos artísticos que buscaban sorprender e incluso emocionar al espectador, apelando a las emociones y a los sentimientos.
Diego Velázquez: "Retrato de su esclavo Juan de Pareja", Hacia 1650.
Esa es la intencionalidad última del arte barroco que, habiendo surgido en Italia, se difundió con rapidez por toda Europa y Latinoamérica a lo largo del siglo XVII, extendiéndose incluso a las primeras décadas del XVIII. Pero, ¿cómo sorprender y emocionar al espectador? Para ello la estética barroca recurre a numerosos artificios. Así, en arquitectura es frecuente el empleo de la línea curva y la contraposición de elementos diversos; en escultura se busca el movimiento y, al mismo tiempo, el naturalismo; en pintura se tiende a la contraposición asimétrica y se acentúa el interés por la profundidad, la luz y el movimiento.

En cualquier caso, con mucha frecuencia, el arte barroco es una contraposición de elementos aparentemente contrarios: la recta con la curva, la luz con la sombra, la belleza con la fealdad, el dolor frente a la alegría. De igual manera, interesan al artista barroco las apariencias, los elementos fugaces, el desequilibrio como estado natural de las cosas, porque con todo ello el espectador se conmoverá más profundamente. A este mismo fin conduce también el sentido integrado de la obra de arte: de nuevo, y numerosas veces, arquitectura, escultura y pintura vuelven a cabalgar unidas, con la idea básica de crear un conjunto lo más amplio posible de elementos artísticos.
Fernando de Casas Novoa: "Fachada del Obradoiro" 1738-1750,
Santiago de Compostela.
Pero el Barroco se desarrolla en una Europa diversa y, al mismo tiempo, dividida desde el punto de vista religioso: el triunfo de la Reforma en gran parte del norte del continente ha hecho que con frecuencia se hable de un barroco católico y de otro protestante. Es cierto que entre ambos existen algunas diferencias notables pero, en todas partes, asaltaban al artista del XVII preocupaciones semejantes, aunque sus clientelas fuesen habitualmente diferentes. En la Europa católica, la Contrarreforma hizo de las instituciones religiosas un verdadero devorador de obras de arte, que permitiesen demostrar su importancia. En los países protestantes, el triunfo de la mentalidad capitalista y de la moral del éxito en los negocios convirtió a los burgueses en grandes clientes de los artistas. Pero en todas partes, y como siempre, los poderosos del mundo demandaron al arte que diese muestras de su capacidad de dominio sobre los demás.
José de Churriguera: "Retablo de San Esteban"
1695, Salamanca.
(...) el arte barroco, un estilo que siempre pretendió que el espectador no se quedase jamás impasible ante lo que contemplaba. Un estilo que casi procuraba embriagar, para que fuesen los sentidos los que decidiesen al respecto. Para ello, y cuando hizo falta, recurrió al lujo, a la fantasía o al empleo de materiales sorprendentes. El arte del artificio, en definitiva. La razón había pasado a un lugar secundario. Quizás sea la ley del péndulo."

Primero... lo primero ¿Qué es el arte?


Casi todos creemos saber qué es el arte, y sin embargo se nos hace muy difícil intentar definirlo. Tal vez, sea más prudente intentar acercarnos a su naturaleza, tomando en cuenta los siguientes aspectos:

1-"Arte" es un concepto cambiante en el espacio y en el tiempo: los antropólogos consideran artísticos algunos objetos producidos por los pueblos llamados "primitivos" (máscaras, prácticas rituales, pinturas corporales, etc.) pero esta consideración es prácticamente reciente (durante muchos siglos no se consideró arte a estas producciones) y será recién con las vanguardias del siglo XX, que cambian por completo la noción de arte. Generalmente se ha aceptado como "arte" las pinturas, esculturas, dibujos, edificios, fotografía y grabados. Pero también han llegado a serlo cosas tan difíciles de clasificar como instalaciones, ciertos "comportamientos", intervenciones en la naturaleza, etc. En fin, lo que se creía arte hace cien años atrás, no es exactamente lo que hoy se considera arte. Lo artístico es una cualidad que sólo se puede definir en un momento dado de la historia de la cultura, y con unos parámetros determinados.

2- El arte existe dentro de una tradición histórica: consideramos como artístico una multitud de obras realizadas entre la más remota antigüedad y la época contemporánea. El arte es lo que llega a ser considerado como tal en el transcurso del tiempo, de ahí que la historia del arte tenga una gran importancia para la definición del arte.

3- El arte se vincula a unas técnicas y a unos modos de trabajo: en la antigüedad grecolatina se confundía técnica con arte, es que la habilidad técnica prácticamente condicionaba el resultado artístico. Hoy día ya no es así, pero cada una de las artes implica el dominio de uno o más oficios. La formación de los artistas ha sido tradicionalmente lenta y ardua, y es imposible estudiar la historia del arte si olvidamos las reglas y limitaciones impuestas por las técnicas.

4- Lo artístico ¿se relaciona con lo no utilitario?: este es un punto polémico ya que durante mucho tiempo se identificó lo artístico con lo no utilitario (con lo no pragmático) o lo meramente decorativo, pero ¿no es acaso difícil distinguir lo imprescindible de lo superfluo? ¿No son acaso también "necesarios" lo simbólico, lo espiritual, lo estético...?  A través de la historia del arte el fin y utilidad del arte ha ido cambiando de acuerdo al momento socio-cultural y de cada individuo, creador y/o receptor de una obra de arte.

5- El arte ensancha los límites de la experiencia: las creaciones artísticas nos arrastran más allá de lo que conocemos. Si la ciencia tiene como objetivo primordial (o debiera tener) aumentar nuestro conocimiento del mundo, una de las misiones del arte es ensanchar el mundo mismo, introduciendo en él objetos y problemas novedosos. Por eso "creador" es uno de los sinónimos de artista.


Arte, obra de arte e historia del arte
La definición de qué es arte ha creado muchas controversias a lo largo de la historia. Cada período ha utilizado su propia definición. La que más importancia e influencia ha tenido es la que ha identificado al arte con la belleza y con la forma, pero actualmente el concepto de arte ha cambiado mucho y hay gran dificultad en ofrecer una definición. El arte no es solamente un mero ejercicio de contemplación, es siempre un ejercicio de reflexión. Hay que pensar y hay que comprender para disfrutar del arte, lo mismo por parte del que lo realiza que del que lo contempla. Por eso se dice que el arte es un proceso intelectual. Se puede definir como la manifestación del espíritu humano para expresar determinados valores culturales e ideológicos plasmados en composiciones simbólicas que se realizan según unos procedimientos técnicos que dan lugar a diferentes actividades artísticas.

Podemos decir que una obra de arte: es toda producción (arquitectónica, escultórica, pictórica…) que se expresa mediante un código de signos y lenguajes específicos que se establecen a partir de la manipulación de los medios técnicos por parte del artista. Es un producto original y artificial, elaborado con un propósito determinado, ya sea estético, utilitario o comunicativo, y de influencia social.

La historia del arte es la ciencia que estudia todas las creaciones artísticas, su contexto histórico y sus circunstancias espaciales y temporales. Estudia las obras de arte como elementos propios de la cultura y la sociedad en las que surgen.

Los trabajos y los días: homenaje al 1º de mayo

 Las representaciones sobre el trabajo y, especialmente sobre el trabajador, han estado siempre presentes en la historia del arte, y están íntimamente ligadas a la tonalidad histórica sobre las significaciones de poder y del espacio público. El hecho de que la mayoría de las imágenes que se seleccionan, a la hora de abordar este tema desde la plástica, no nos hablen directamente del trabajo como un valor en sí mismo, no es extraño. Para encontrar imágenes de este tipo deberíamos acudir al momento de auge en plena industrialización. Generalmente las representaciones aparecen como alegoría y habilidades y no como un fin en si mismo, lanzado a una productividad tan heroica como ciega. Encontramos desde tiempos remotos -no sólo en el arte occidente, sino también oriental-, representaciones del trabajo y de los trabajadores como contexto de relatos que le son ajenos y que les pertenecen a otros (trabajos realizados para el faraón, campesinos de tal o cual señor feudal, la servidumbre de una corte, etc.).
Las horas dedicadas al trabajo han aumentado extraordinariamente en el siglo XX, así como es este siglo el gran inventor de las vacaciones; el rol que cumple el mundo del trabajo en nuestra vidas hace parecer cierto que trabajar es el destino universal del hombre, pero sólo quien esté dispuesto a hacerlo podrá con él, como afirmaba el poeta griego Hesíodo
Son tan habituales, para nosotros, las imágenes que hacen referencia al trabajo (y lo que parece ser su antónimo: el ocio) que no nos resultan extraño verlo en cartelería de propaganda, en los medios masivos de comunicación, etc. Pero no fue hasta el siglo XIX que el mundo del trabajo se hizo tema específico, "digno", de ser representados y contado por el artistas. El trabajador entra a los museos y a la iconografía en general, luego de un siglo convulsionado por el origen de una nueva clase social: el proletariado (el obrero industrial).
En esta ocasión, y en conmemoración al 1º de mayo Día Internacional del Trabajador, les presento algunas imágenes que hacen referencia al trabajo y al trabajador desde varias perspectivas: su labor, su condición social, su lucha, etc.


PIETER BRUEGEL (o Brueghel) "EL VIEJO" "Los segadores"
La veracidad y la actitud con la que están pintados los campesinos, la convincente descripción del calor del mediodía, la luz brillante y el vasto panorama muestra la genialidad de Bruegel. Campesinos y paisajes mancomunados parecen ser los protagonistas. No es una visión trágica, sino más bien una metáfora de la relación entre el hombre y su medio. Éste es uno de 5 paneles dedicados a los meses que sobreviven hoy día, data de 1565 y alude al mes de agosto.
JEAN-FRANÇOIS MILLET, "Las espigadoras"
Las figuras humanas definidas con vigor sobre un fondo de paisaje verídico. Con estas  creaciones carentes de retórica e imbuidas de un profundo sentido de lo cotidiano, Millet abrió el camino al realismo pictórico y dejó un modelo en el que se inspiró, entre otros, Courbet. Destaca el refinamiento del cuadro y su técnica original, sobre todo en sus dibujos, muy sobrios. Muchos consideran ésta obra como socialista y revolucionaria, como símbolo de reivindicación de la igualdad de los hombres. Pero, lo cierto es que las figuras encajan en un paisaje donde no parece existir tensión.

PABLO PICASSO, "La planchadora"
Este cuadro angustioso y de grandes proporciones, procedente de la colección Thannhäuser, es de 1904. Daumier y Degas ya habían tratado el mismo tema. Pero la expresiva actitud de esta frágil mujer que deja caer con cansancio su peso sobre la plancha, se inspira en el previo tratamiento de Degas. Esta figura demacrada es impensable para los retratistas de épocas anteriores, ni siquiera para aquellos que retrataron la miseria urbana de comienzos del siglo XIX.
ANTONIO BERNI, "Manifestación"
Esta obra pertenece a su etapa de "realismo social". Un hombre de ideología, que luchó por ello, pero lo hizo con gran ternura y con un trasfondo casi épico. Se identificó y e integró ese mundo arrabales, inmigrantes y miseria. De París trajo una gran carga política, influido por su intensa vinculación con los artistas surrealistas. Ese mundo de decadencia pintado casi de fantasía ahora le era real; lo tenía ahí en su pueblo, en su país. Bretón decía "lo imaginario es lo que tiende a convertirse en real". Comenzó en 1934 a mostrar la problemática social de la década del 30. De ese año son "Desocupados" y "Manifestación".

GIUSEPPE PELLIZZA DA VOLPEDO "El cuarto Estado"
Esta obra realizada en 1901 se ha transformado en un ícono para el movimiento obrero, especialmente a la hora de abordar la conformación de la sociedad de clases y la cuestión social. Este artista pretende en sus obras refleja la sociedad de su época de una forma realista y fiel. Con el cuarto estado se refiere al proletariado, aquel grupo que no tiene cabida en los otros estamentos, representa el éxodo rural que llevó a muchos campesinos a las grandes ciudades en busca de trabajo y huir de las condiciones precarias de la actividad agraria y que terminarán como obreros fabriles en condiciones miserables. En un primer plano tres protagonistas marcas el presente de lucha y el futuro representado en ese bebe que carga la mujer.
HUBERT von HERKOMER, "En huelga".
También es un cuadro realista, pero, en mi opinión, es una de las obras más conmovedoras a la hora de encarar la huelga o la situación del obrero a fines del siglo XIX como tema plástico. El significado de la huelga dista mucho de lo que puede representar hoy día para la mayoría las personas. Aquí hay una carga trágica y de desolación, la figura masculina sintiendo las consecuencias de su situación. La escena se magnifica por la representación de la mujer y los niños dentro del hogar. Herkomer ha colocado a la cabeza del niño más joven en el mismo nivel que sus padres, lo que indica una importancia de la difícil situación de los niños. El niño sostiene una cuchara en la mano, recordando la falta de alimentos, y el vestido rojo del niño es un dispositivo atractivo para mantener al espectador a las figuras centrales, así como el equilibrio de la coloración de los ladrillos de los alrededores.



Material elaborado por la docente tomando como referencia. "Por amor al Arte". Ed. Atlántida, Bs.As. 1999. "El mundo de la pintura" Ed. Océano, Barcelona. "Historia del Arte" E. H. Gombrich, Ed. Phaidon, 2000.
http://www.oni.escuelas.edu.ar/

Presentación del Neoclasicismo al Realismo

Pintura desde el Romanticismo hasta el Realismo

Presentación elaborada por el docente Juan Diego Caballero sobre algunas de las características de la pintura en el siglo XIX.
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El Romanticismo: por qué la primera vanguardia fue sentimental

     "(...) La terminación –ismo, en definitiva, se refiere a una visión bastante reciente (en relación con el curso de la historia) del arte como sucesión de cambios, de tendencias. Por eso a quienes hayáis estudiado Historia del Arte seguramente os hayan hablado del Romanticismo como primer ismo, primer movimiento de vanguardia. Sabemos que la palabra “romántico” se introdujo en la lengua castellana a partir del término francés “romantique”, en el s. XIX, pero su origen es confuso.
     Hay quien lo relaciona con las lenguas romances, que se impusieron en Europa tras ser el latín lengua internacional. Cuando en el s. XIX se reivindicaron en Europa las señas de identidad nacionales, la lengua fue un elemento clave, y las romances derivan del latín. Por eso el término romántico apela a al origen de las lenguas modernas, que se diferencian del latín, y al reconocimiento de la identidad nacional a través de ellas. La fragmentación de lenguas supuso una fragmentación similar a la ruptura de un canon.
     También se ha relacionado nuestro término romántico con el vocablo francés roman (novela), el género literario más popular en la época contemporánea. Entró en auge en el s. XVIII, cuando el mercado literario la convirtió en el género preferido del público –lo siguió siendo en el XIX y el XX–...
     Y, desde luego, las connotaciones contemporáneas del término romántico lo asocian a lo sentimental, con lo que implica de imaginación y ensoñación. En ese sentido emplearon la palabra también los primeros románticos, pero de forma más concreta: para oponerse a la razón, predominante en la filosofía desde época griega. Lo que no fuera razón (los sentidos, los sentimientos, la imaginación) resultaba perturbador y fuente de error. Y es esa parte del ser humano antes despreciada y peligrosa la que reivindican los románticos.
     Esta actitud trans-racional lleva consigo una nueva concepción del mundo en la que la razón no es un punto de referencia esencial para comprender la realidad y el hombre no tiene capacidad para establecer verdades absolutas.
     Si Kant afirmaba que el único conocimiento seguro del hombre es el que procede de la ciencia como único conocimiento capaz de asegurar objetividad, los románticos restringen el poder de la razón al afirmar que el ser humano puede conocer muy poco...
     El Romanticismo exalta, en fin, esa parte enorme de la realidad que queda fuera del conocimiento objetivo y es esencial para nosotros...
     Si la razón se representa como la luz, al romántico le interesa la noche, con lo que implica de sueño e imaginación, y precisamente la noche se convierte cada vez más en territorio de lo artístico. El romántico adora, en esa misma línea, los elementos salvajes de la naturaleza (el circo o el zoo se crearon en el s. XVIII) y exalta su vertiente irreductible.
     Podemos decir que romántico significa historicista y sentimental: en pleno Romanticismo, Winckelmann estableció la diferenciación entre arte griego y romano, las etapas del arte griego y la superioridad del arte clásico, también se fundó la arqueología y Piranesi adoptó la decisión, apasionada, de recrear arquitecturas romanas desde la fantasía y el terror.
     ... el Romanticismo hace de su vida, y no solo de su producción, una obra de arte. Ello incluye el compromiso político: Lord Byron o Gericault tuvieron vidas, y sobre todo muertes, novelescas, pues la vida del creador no puede romper con la exigencia testimonial de aventura, a riesgo de ser considerado menos artista. Dicho de otro modo, lo extravagante y fuera de norma es una obligación para el artista romántico...
     El Romanticismo se caracteriza también por su gusto por elementos medievales o exóticos: es la época del revival gótico en Inglaterra, de la novela gótica…
     Se considera que el periodo de vigencia del Romanticismo –no lo habíamos dicho– transcurre desde la segunda mitad del s. XVIII hasta las revoluciones de 1848 y el movimiento se originó en los países de más débil tradición clásica: Alemania e Inglaterra. No obstante, sus primeras manifestaciones artísticas son más tardías que sus ideas: surgen, atendiendo sobre todo a la literatura y según la mayoría de los expertos, hacia 1830, mientras que los primeros temas románticos comienzan a formularse desde 1770. El retrato romántico en Reino Unido se manifiesta antes incluso de la segunda mitad del s. XVIII, de la mano de William Blake, Füssli…

Fragmentos de: 

Documental "El misterio Picasso"


Film producido y realizado por Henri-Georges Clouzot.
"Para saber lo que ocurre en la mente de un pintor, sólo tenemos que seguir sus manos", nos dice Clouzot al inicio de la película, y eso es precisamente lo que nos muestra en un metraje asombroso.
A lo largo del documental se fabrican 18 cuadros que al final serían destruidos por el artista, por lo que la película es la única oportunidad de contemplar unas obras que sólo existen sobre el negativo.

Sobre Pablo Picasso

"Resulta tarea de todo punto imposible tratar de sintetizar en un único artículo todo aquello que Pablo Ruiz Picasso (1881-1973) ha supuesto en la pintura del siglo XX. Se trata de uno de esos genios con el que sólo pueden compararse unos pocos pintores más. Pero esos otros pintores mantuvieron, cada uno en su época, un mismo estilo, en el que incluyeron algunas variedades con el paso del tiempo. Sin embargo Picasso, a lo largo de su extensa trayectoria, mudó de estilo en varias ocasiones y esas mudanzas fueron absolutamente radicales. No contento con eso, retomó en distintos momentos estilos que había cultivado antes, pero los modificó y los mezcló. Y además de pintar, esculpía, grababa, tallaba, hacía cerámica, e incluso preparó decorados para obras de danza. El genio del arte pictórico del siglo XX, sin duda alguna. Además fue republicano y comunista; una persona comprometida con su época y con los problemas de su época.



Pablo Picasso: "Dos hermanos" (1905). Basilea.


Ya sabemos todos que nació en Málaga, pero creo que no debemos abusar señalando que Picasso es un pintor andaluz. Lo es por nacimiento, claro está, pero nos encontramos ante un artista de dimensión universal, por la magnitud y la trascendencia de su obra. En cualquier caso, su familia se trasladó a La Coruña cuando él contaba ocho años de edad y allí inició el contacto con el mundo de la pintura, demostrando una gran precocidad que hoy nos asombra y apoyado por su padre, profesor de dibujo. Una nueva mudanza lleva a la familia a Barcelona y allí estudia pintura Picasso, en la misma escuela de Artes en la que su padre daba clases. Pero para un artista como él la ciudad catalana tampoco resulta suficiente, así que en 1900 viaja por primera vez a París, cuando ya ha iniciado su denominado periodo azul.
Y en París se establece PIcasso de manera definitiva en 1904, mientras da comienzo a su periodo rosa y va pergeñando las líneas maestras de lo que será el cubismo, influenciado por las formas geométricas de Cezanne, el arte ibero y el arte africano primitivo. Así llega 1907 y nuestro artista da a conocer "Las señoritas de Avinyó", obra inicial del nuevo estilo que causa un tremendo revuelo en los ambientes artísticos parisinos. La obra, ejemplo del llamado cubismo analítico, y sus secuelas acaban por cimentar la fama de su autor, que puede ya exponer a su antojo en distintas capitales. El cubismo acompañará desde entonces casi siempre a Picasso, que aún crea otra variedad en el estilo, el denominado cubismo sintético, e incluso se habla de un cubismo hermético, muy cercano a los planteamientos que efectúa el arte abstracto.


Pablo Picasso: "Estudio preparatorio para las señoritas..." (1907). Filadelfia.


"Las señoritas de Avinyó" (1907). Nueva York.


En los años coincidentes con la Primera Guerra Mundial el pintor madura un nuevo cambio de estilo, que acaba fraguando a partir de 1918: comienza el llamado periodo clásico, en el que parece retornar a planteamientos más tradicionales, interpretados siempre desde su propia genialidad. Sin embargo, hacia 1926, y durante tres años, encauza su trabajo en una serie de obras que nos permiten hablar de periodo surrealista, en el que sus cuadros se pueblan de criaturas imposibles y formas irreales.


Pablo Picasso: "Retrato de Olga" (1917). París. // "Paulo como arlequín" (1924). París. "Desnudo en la playa" (1929).




Pero la capacidad del genio no puede detenerse. En 1930 da comienzo el periodo expresionista, que va a servirle para exponer su visión del mundo y de la Historia en los años de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. Durante la primera de ellas, Picasso, republicano convencido, dirige fugazmente el Museo del Prado y, por encargo del gobierno de la II República, pinta el Guernica. Durante unos años sigue pintando cuadros de grandísima calidad y buscando nuevas vías de expresión.





Pablo Picasso: "Mujer llorando" (1937). Londres.



Pablo Picasso: "El beso" (1969). París.

Concluidos los tiempos bélicos, con un Picasso ya en edad madura, podemos hablar de una etapa final, en la que el pintor sintetiza sus experiencias anteriores. Grandes exposiciones retrospectivas dan cumplida cuenta de la altura a la que se valora su trabajo. Pero él, mientras tanto, sigue trabajando y disfrutando, quizás más que nunca, con su arte, en medio del más absoluto reconocimiento internacional. En 1971 cumple 90 años y aún sigue pintando, grabando y haciendo cerámica. Muere dos años más tarde, mientras trabajaba en una serie de cuadros en los que rendía tributo a Rembrandt y su "ronda de noche". Los genios siempre buscan el apoyo en otros genios. "Puedo ver tan lejos porque camino a hombros de gigantes".