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Luces y sombras

El tenebrismo y el ocasionismo
Cuando observamos la obra de Caravaggio nos damos cuenta de que fue muy radical al suprimir el escenario, sustituyéndolo por oscuros interiores en lo que emergen algunos fragmentos de sus personajes. No plantea ninguna base matemática (puntos de fuga o líneas del horizonte) sino una sustitución total de un espacio ilusorio infinito. Se puede decir que los cuerpos de Caravaggio existen gracias a una lucha heroica entre la luz y la sombra. No podemos dejar de lado el significado moral de semejante elección, como asegura Manuel Arias (en Historia del Arte 2), y la posibilidad de establecer paralelismo con el ocasionalismo: los adeptos a esta corriente sostenían que Dios intervenía sobre el mundo material en cada ocasión en que se producía un movimiento del alma, lo cual no deja de asemejarse a esa aparición de los seres en tinieblas."El mundo visible en el barroco es como un parpadeo, tímida esperanza de un mundo reinado por la noche".
Caravaggio tuvo una existencia difícil, hombre conflictivo, se dice que tras una pelea mató a un hombre (1606) y vivió los últimos años de su vida huyendo de la justicia hasta aparecer muerto. Se crea, así, una leyenda que concuerda su biografía dramática y los violentos claroscuros de sus pinturas. Pero el tenebrismo fue una corriente artística muy sofisticada, plagada de convencionalismos que aspiraban dotar a la pintura de una fuerte sensación táctil. Aquellos seres están cerca del espectador y buscan su implicación emocional. "La presencia de lo pintado parecía tan física que llegaba a ser casi insoportable".
Luz y oscuridad
Se comprende su éxito y la enorme cantidad de imitadores que surgieron en toda Europa. Parece ésta una forma de afirmar que el asunto central de la visión (y por ende el gran problema de la pintura) es esa oposición dialéctica entre la luz y su negación. La contrapartida aparente estuvo en la luminosidad extremada de Claudio de Lorena, con soles o amaneceres que disuelven los límites del cielo, el mar, la vegetación o los edificios. Es la luminosidad el protagonista en sus cuadros.
Pero el tema del tenebrismo o la lucha entre luz-oscuridad no fueron exclusiva del barroco y el rococó. El romanticismo privilegió el mundo de la noche y promovió otro tipo de tenebrismo pictórico. Pero no hay duda de que fueron los impresionistas, hacia los años '70 del siglo XIX, quisieron sacaron las mejores lecciones de toda esta cuestión: para ellos no había líneas ni formas, sino sólo impresiones retinianas, colores en la luz. De más está decir la importancia que le han dado al tema iluminación tanto en la fotografía como el cine: "la fugacidad de la luz nos indica, en fin, que el arte habita y perdura en la conciencia del espectador".
El cine fantástico ha privilegiado los violentos claroscuros. Fotograma de la película "The Black Cat" (1939), dirigida por Edgar G. Ulmer. Estudios Universal.









Texto elaborado por Claudia Solís Umpierrez tomando como referencia "Grandes maestros de la pintura: Caravaggio", Ed. Sol90 S.L., Barcelona, 2006.
"Historia del Arte" Manuel Arias Martínez entre otros. Ed. ISBN, Madrid, 2003.

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